Dar las gracias es algo que nos han enseñado desde pequeños, pero en realidad, este hábito no solo te convierte en una persona educada, sino que además te aporta grandes beneficios saludables.
¿Porqué tener el hábito del agradecimiento es clave para el bienestar psicológico y además puede convertirse en tu salvavidas durante tiempos difíciles o de gran incertidumbre?
«A un hombre le pueden robar todo, menos una cosa, la última de las libertades del ser humano, la elección de su propia actitud ante cualquier tipo de circunstancias, la elección del propio camino.» (Frankl, 1946)
No es noticia nueva. Estamos viviendo una pandemia.
Las graves consecuencias que ha tendido la propagación del coronavirus inundan absolutamente toda nuestra rutina diaria. Nadie se salva, todos nos vemos afectados de alguna u otra forma. Es curioso como algo invisible que apareció de golpe, nos ha arrebatado tantas cosas.
Gozábamos de una libertad cotidiana tan increíble, pero que no habíamos valorado lo suficiente. Podíamos abrazar y reunirnos con los amigos, tomar un café en una terraza, visitar a los abuelos, llevar a nuestros niños al parque, ir al supermercado con calma…
Vamos, simplemente salir de casa sin miedo.
Se nos ha pausado toda esa libertad. El día de hoy, no disfrutamos de todas esas actividades tan normales. No quiero endulzar la realidad, porque sí es una situación difícil y triste: Las calles están vacías, las escuelas en silencio, las autopistas abandonadas. Las familias temerosas por su salud y por su situación laboral o económica. La angustia colectiva de ver el incremento de personas enfermas. El personal sanitario agotado. Aquellos que tristemente mueren en solitario y los que se despiden sin compañía. Y entonces, ¿cómo puede tener todo esto algo positivo o algo por lo que dar las gracias? Bueno, si hay…
- Que quizás tú o tus seres queridos están sanos
- Que estar en cuarentena te regala la oportunidad de tener tiempo para: estar con tu familia, terminar tu tesis, ordenar el armario, empezar un proyecto, descansar.
- Que te permite ahorrar dinero, porque ya no tienes que salir a comprar, comer en restaurantes o gastar en tiendas
- Quedarte en casa es una forma de hacer una pequeña contribución y ser solidario
- Que estas acciones también ayudan a disminuir nuestras emisiones de CO2
- Que tampoco es tan grave porque tienes una camita, agua caliente y acceso a internet
- Que gozas de un par de ojos saludables que pueden leer esto
- Que cuando todo esto se acabe vas a valorar todo (incluso el tráfico de los lunes por la mañana)
Te parecerá raro, pero aún en las peores circunstancias, siempre podrás encontrar algo positivo o algo por lo que puedas dar las gracias. Y durante está pandemia, una de las cosas más amables que podemos hacer es decir «gracias» a todas las personas que están poniendo toda su energía para superar esta situación. El personal sanitario (incluyendo el personal de limpieza), las familias que se quedan en casa, el nieto que le hace la compra a los abuelos, los policías que mantienen el orden o ese vecino que te regala su gel desinfectante de repuesto.
Quiero agregar que debemos agradecer cada cosa que tenemos, porque no todos tienen la fortuna de disfrutar lo mismo y aunque todos tenemos cosas que agradecer (absolutamente todos) nunca esta demás reconocer que hay gente que necesita más y una parte del agradecimiento esta en colaborar y dar un poco de ese mucho que tu tienes y compartirlo con quien lo necesita.
Mucha fuerza a quienes han perdido a alguien, o a quien conocen que enfermó y tratan de recuperarse pronto.
Nunca dejes de decir Gracias, es bueno incluso para la salud física y mental.
Fuente: https://habitualmente.com/
