¿De qué se trata? En términos generales, un remate inmobiliario es un litigio judicial en el que un juez decreta la venta en remate de una casa. La decisión del juez es resultado del incumplimiento de una obligación, por ejemplo, el impago de la hipoteca.
¿Qué requiero para participar? Si estás interesado en participar en un remate inmobiliario, debes pagar el 10 por ciento del avalúo judicial de la propiedad. Una vez que tienes el billete de depósito, tienes que presentarte en el juzgado a la hora y fecha establecida en el ordenamiento legal. El remate del inmueble iniciará con una cifra base establecida y publicada, previamente. En el evento habrá una puja entre dos o más interesados en adquirir la propiedad.
La ley establece que un inmueble en remate tiene tres opciones de venta. En la primera se subasta a las 2/3 partes de su valor; en la segunda (de no concretarse la venta en la primera etapa), se realiza 45 días después; y tercera, llega a bajar el precio hasta un 20 por ciento adicional.
Las ventajas son: el valor: de acuerdo con especialistas, la compra de una casa en subasta puede representar entre un 30 y 50 por ciento menos de su valor; inversión: debido a que es una propiedad que será comprada a un precio muy por debajo de su valor real en el mercado, luego de concretar la compra, regularizar los papeles y deudas del inmueble y revisar su estado de conservación, puedes poner en venta el inmueble.
Hay dos tipos de remates hipotecarios: el judicial y el bancario, este último también se divide en adjudicados y litigiosos. Puedes consultar los inmuebles que están en remate a través de los edictos judiciales que se publican en los juzgados y su sitio web, periódicos o en los bancos.
La recomendaciones es: Antes de considerar la compra del billete de depósito, debes informarte sobre el estatus del litigio y visites la casa que deseas adquirir, probablemente sólo la puedas ver por fuera, ya que por lo general se encuentran ocupadas.
