En el ámbito de los contratos, los créditos y el arrendamiento de cualquier inmueble, las figuras fiador y aval son esenciales como figuras jurídicas del cumplimiento de una obligación. Aunque son lo mismo, ambos respaldan al acreedor frente al posible incumplimiento del deudor.
Existen diferencias entre ambos: el fiador se rige por el derecho civil y puede exigir el beneficio de excusión, lo que implica que el acreedor debe primero intentar cobrar al deudor principal antes de acudir al fiador. En cambio, el aval es propio del derecho mercantil y quien lo otorga se convierte en un obligado solidario, es decir, su responsabilidad es inmediata y no depende de agotar acciones contra el deudor.
A lo largo de esta guía, exploraremos en detalle cómo funcionan estas figuras, sus implicaciones legales y cómo elegir la más adecuada para proteger tus intereses al firmar contratos de vivienda.
¿Qué es un fiador y cuál es su rol en los contratos?
Un fiador es una persona que asume el compromiso legal de responder por la deuda de otro en caso de que este no cumpla con lo acordado. En el marco del derecho civil, actúa como garante del cumplimiento por parte del obligado principal.
Si se produce un incumplimiento, el acreedor tiene el derecho de exigir al fiador el pago o ejecución del contrato, según los términos establecidos. Esta figura brinda respaldo jurídico y confianza en acuerdos que requieren una garantía adicional, como los contratos de arrendamiento o préstamos personales.
¿Qué es un aval y cómo funciona en transacciones financieras?
El aval es una garantía típica en el derecho mercantil, especialmente en operaciones con títulos de crédito como cheques, letras de cambio y pagarés. El avalista se compromete, de forma solidaria, a cumplir con la obligación principal representada en el título si el deudor no lo hace.
A diferencia del fiador, el aval se vincula directamente con la deuda en sí misma, y su responsabilidad es más estricta, permitiendo al acreedor reclamarle el pago sin necesidad de agotar primero los recursos contra el deudor.
Diferencias entre fiador y aval
Aunque ambos actúan como garantía de una obligación, existen diferencias clave entre ambas figuras:
- Ámbito jurídico. El fiador se rige por el derecho civil, mientras que el aval es propio del derecho mercantil.
- Grado de responsabilidad. El fiador puede exigir al acreedor la excusión, es decir, que primero se persigan los bienes del deudor antes de reclamarle a él. En cambio, el avalista es obligado solidario y su responsabilidad es directa.
- Objeto de garantía. El fiador garantiza obligaciones en general, mientras que el aval se limita a obligaciones cambiarias representadas en títulos de crédito.
- Formación del contrato. El fiador puede establecer condiciones especiales en el contrato de fianza, mientras que el aval es una anotación en el propio título.
Por ello, comprender las 5 diferencias entre aval y fiador es esencial para elegir la figura jurídica adecuada según la situación.
Responsabilidades legales del fiador
El fiador asume la obligación de responder por el deudor, pero su responsabilidad está sujeta al principio de debida excusión. Esto significa que el acreedor debe intentar primero obtener el pago del deudor y, solo si no es posible, puede dirigirse contra el fiador. Sin embargo, si el fiador renuncia al beneficio de excusión, se convierte en un obligado solidario, es decir, el acreedor puede exigirle el cumplimiento de forma inmediata y directa.
Responsabilidades legales del aval
El avalista es considerado un obligado solidario del deudor, con responsabilidad directa e inmediata. En el caso de un impago, el acreedor puede ejercitar acciones legales contra el avalista sin necesidad de perseguir primero al deudor. Esta responsabilidad se extiende hasta el total de la deuda y en los mismos términos que la obligación garantizada.
Implicaciones de ser fiador o aval en caso de incumplimiento de pago
Ser fiador o aval implica asumir riesgos significativos en caso de incumplimiento:
- Consecuencias financieras. Deberán cubrir el pago total de la deuda, lo que puede afectar su patrimonio personal.
- Historial crediticio. El incumplimiento puede generar una nota negativa en su historial, dificultando futuras operaciones financieras.
- Acciones legales. Pueden enfrentarse a demandas por parte del acreedor para exigir el cumplimiento de las obligaciones.
Implicaciones de ser avalista en una operación de crédito
El avalista en una operación de crédito asume una responsabilidad mayor al convertirse en obligado solidario. Esto significa que, en caso de que el deudor no cumpla, el avalista debe responder de manera inmediata y sin posibilidad de exigir que se persigan primero los bienes del deudor. Además, su compromiso es irrevocable mientras la obligación exista.
Ventajas y desventajas de actuar como fiador
Ventajas:
- Ayuda al deudor. Facilita que el deudor obtenga créditos o arrendamientos al ofrecer una garantía adicional.
- Responsabilidad condicionada. Puede acogerse al beneficio de excusión, limitando su responsabilidad.
Desventajas:
- Riesgo financiero. Puede verse obligado a cubrir la deuda si el deudor incumple.
- Compromiso legal. Implica asumir obligaciones legales que pueden afectar su patrimonio.
Beneficios y riesgos de proporcionar un aval
Beneficios:
- Facilita transacciones. Ayuda al deudor a obtener crédito o financiamiento.
Riesgos:
- Responsabilidad directa. Como obligado solidario, su responsabilidad es inmediata y completa.
- Sin beneficio de excusión. No puede exigir que se persigan primero los bienes del deudor.
Comparación del uso de fiador y aval en diferentes contextos legales
El uso de fiador y aval varía según el tipo de contrato y el contexto legal:
- En arrendamientos. Es común solicitar un fiador para garantizar el pago de la renta en contratos de arrendamiento de vivienda.
- En operaciones comerciales. El aval es frecuente en transacciones con títulos de crédito y financiamientos empresariales.
¿Cómo elegir entre fiador y aval en contratos de arrendamiento?
En un contrato de arrendamiento, elegir entre un fiador o un aval dependerá de las necesidades del propietario y las condiciones del mercado:
- Fiador. Ofrece una garantía personal y es común en arrendamientos residenciales. Permite al arrendatario contar con alguien que respalde sus obligaciones.
- Aval. Podría requerirse en arrendamientos comerciales o de alto valor, brindando una seguridad más sólida al propietario.
Es importante evaluar la solvencia del fiador o avalista y las condiciones del contrato para garantizar la protección de las partes.
Consecuencias en el historial crediticio al ser fiador o avalista
Actuar como fiador o avalista puede afectar el historial crediticio:
- Impacto positivo. Si el deudor cumple con sus obligaciones, no habrá efectos adversos.
- Impacto negativo. En caso de incumplimiento, el fiador o avalista puede recibir una nota negativa en su historial, afectando su capacidad de obtener créditos futuros.
¿Cómo liberarse de las obligaciones como fiador o aval?
Para liberarse de las obligaciones como fiador o aval, se pueden considerar las siguientes opciones:
- Extinción de la obligación. Una vez que el deudor cumple con el pago, la obligación del fiador o avalista se extingue.
- Novación del contrato. Modificar el contrato original para liberar al fiador o avalista de sus responsabilidades.
- Cesión de deudas. Transferir la obligación a otro garante con el consentimiento del acreedor.
Alternativas modernas al uso de fiadores y avales en arrendamientos
Actualmente, existen alternativas al uso de fiador y aval en arrendamientos:
- Póliza jurídica. Contratar una póliza jurídica que cubra posibles incumplimientos del arrendatario.
- Depósitos en garantía. Solicitar un depósito mayor al estándar para cubrir posibles deudas.
- Fianza arrendaticia. Una empresa especializada actúa como garante del arrendatario.
El rol del fiador y el aval en las nuevas normativas financieras y legales
Las nuevas normativas financieras y legales han adaptado el papel del fiador y el aval para brindar mayor protección a las partes:
- Transparencia contractual. Se exige claridad en las obligaciones asumidas por los fiadores y avalistas.
- Protección al consumidor. Leyes que limitan las responsabilidades de los garantes para evitar abusos.
- Regulaciones específicas. Normas que establecen requisitos para la validez de los contratos de fianza y aval.
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Preguntas frecuentes
¿Qué es un obligado solidario?
Es una persona que, junto con el deudor, es responsable de cumplir con una obligación en su totalidad. El acreedor puede exigir el pago indistintamente al deudor o al obligado solidario. En el caso del aval, el avalista es un obligado solidario.
¿Qué bienes pueden ser objeto de un gravamen al actuar como fiador o aval?
Al asumir el rol de fiador o aval, los bienes personales pueden ser objeto de un gravamen o embargo en caso de incumplimiento. Esto incluye propiedades, cuentas bancarias y otros activos que puedan ser utilizados para saldar la deuda.
¿Cuál es la diferencia entre fianza y aval en términos de títulos de crédito?
La fianza es un contrato accesorio que garantiza el cumplimiento de una obligación en general, mientras que el aval es específico para obligaciones cambiarias representadas en títulos de crédito como cheques o pagarés. El avalista firma el propio título, comprometiéndose como deudor solidario.
¿Qué acciones legales pueden emprenderse en caso de impago por parte del inquilino?
En caso de impago de la renta por parte del inquilino, el propietario puede iniciar acciones legales para exigir el pago tanto al arrendatario como al fiador o aval. Esto puede incluir demandas judiciales y procedimientos de desalojo.